La década del 2020 al 2030 está siendo clave para las energías renovables. Desde reformas políticas o de infraestructuras, hasta innovaciones impensables en cuestiones de almacenamiento y generación de energía, están teniendo lugar en un momento en el que es necesario un cambio radical para lograr una transformación real hacia el desarrollo sostenible.
Tal es así, que la previsión de crecimiento del mercado de almacenamiento fotovoltaico en el continente europeo es de más del 400% para el 2025. Así lo ha estipulado la asociación Solarpower Europe, quien advierte que la combinación de almacenamiento y sistemas fotovoltaicos en los tejados va a pasar de 3 a 12,8 GWh en tan solo 4 años.
Esta es una consecuencia directa del crecimiento fotovoltaico en Europa, puesto que solo en España se va a rebasar este año 1GW en el plano del autoconsumo. Esta previsión tan optimista es una de las tres que se ha barajado en el informe European Market Outlook for Residential Battery Storage, donde se enuncia además que en el peor de los casos el crecimiento igualmente va al alza siendo de 10,2 GWh en los próximos 4 años y en el mejor, podríamos rebasar hasta los 14,6 GWh.
El 2020 fue un año de excelentes noticias para la industria fotovoltaica y por ende para el planeta, ya que se instalaron más de 100.000 sistemas de almacenamiento fotovoltaico para uso doméstico residencial en Europa, un 44% más de demanda que en 2019. Por fin la capacidad instalada de nuevas unidades rebasó el GWh con un total de 140.000 unidades instaladas para almacenamiento de energía solar.
Cerca del 70% de esta cifra fue instalada en Alemania, que está a la cabeza en combinaciones fotovoltaicas y de almacenamiento procedente de renovables. A continuación destacan Italia, Reino Unido, Austria y Suiza en ese orden sumando el 93% de las nuevas unidades. España destaca no tanto en volumen pero si en innovación, ya que cuenta con nuevos incentivos, condiciones climatológicas en extremo favorables y está destacando en la industria de las baterías. Esta combinación está preparando un papel muy importante para España en el espectro fotovoltaico.
En medio de una crisis energética en cuestiones de precios como la que estamos viviendo en este momento (no solo en España sino en toda Europa), pensar en pagar a poco más de 12 céntimos de euro el kWh es alentador. Por este y otros motivos, como la facilidad para comprar e instalar los kits solares domésticos que están resultando ser una opción muy cómoda, económica y sencilla de reducir las facturas, los sistemas de autoconsumo se están viendo atractivos a nivel doméstico y se están sumando a una tendencia al alza imparable.
Para potenciar y maximizar el valor de los sistemas domésticos interviene el almacenamiento de energía. Cada vez son más las personas que optan por ellos ya que los sistemas modernos aseguran mucho más una conexión eléctrica estable todo el día y toda la noche. Además, se está acabando con el problema de la volatilidad de precios, consecuencia de las subastas energéticas y las gestiones de ámbito privado.
